Hablar de empatía es sencillo. Todos coincidimos en que “hay que ponerse en los zapatos de los demás”. Sin embargo, entenderla y desarrollarla en el ámbito directivo es mucho más complejo de lo que parece.
En la dirección, la empatía no significa simplemente “ser amable”, sino comprender el impacto de las decisiones en las personas. Cuando los líderes carecen de esta habilidad, la organización sufre: equipos desmotivados, comunicación rota y resistencia al cambio.
El reto de la empatía en la alta dirección
Un directivo puede estar convencido de que su estrategia es la correcta, pero si no conecta con las preocupaciones y realidades de su gente, la ejecución se vuelve cuesta arriba.
Ejemplo común:
Un director implementa un nuevo sistema tecnológico para “agilizar procesos”. Desde su perspectiva es una gran mejora. Pero no toma en cuenta que los empleados no recibieron capacitación suficiente ni tuvieron tiempo para adaptarse. El resultado: frustración, quejas y una percepción de que la dirección “no escucha”.
¿Cómo se desarrolla la empatía en líderes?
En nuestra experiencia, la empatía en direcciones se cultiva con tres prácticas clave:
- Escucha activa: no se trata de oír para responder, sino de escuchar para comprender qué preocupa o motiva a los equipos.
- Comunicación clara y bidireccional: explicar el “por qué” de las decisiones, y al mismo tiempo dar espacio para que las personas expresen dudas o resistencias.
- Coherencia entre discurso y acción: nada destruye más la confianza que decir “las personas son lo más importante” y luego no considerar sus necesidades en la práctica.
De la teoría a la acción
Muchas organizaciones hablan de empatía, pero pocas la trabajan de manera estructurada. En CAPTAL hemos visto que cuando los líderes reciben herramientas para dirigir con empatía, el cambio se nota en el clima laboral, en la colaboración y, sobre todo, en los resultados.
A través de programas como Desarrollo de Habilidades Gerenciales y servicios como Comunicación Organizacional o Clima Laboral, acompañamos a las empresas a transformar la empatía en una competencia práctica que se refleja en toda la cultura organizacional.
La empatía no es un accesorio: es una habilidad estratégica que diferencia a los directivos que solo gestionan de aquellos que realmente lideran.
Consulta sin costo: soluciones@captal.com.mx